Le souffle au coeur
Anoche ví una película de Louis Malle. Era incapaz de dormir y bueno, la película me encontró a mí, más que yo a ella, tenía la televisión de fondo y captó mi atención el deslizarse fluido del francés por mi estancia. Ciertas cosas nos despiertan curiosidad, a mí me la despierta el francés. Quizás por el hecho de que deba de aprenderlo. Quizás porque me recuerda a alguien a quien quiero que tiene la extraña costumbre de comunicarse en ese idioma, a ratos. ¡Qué más da todo esto! Estaba contándoles lo de la película, que me encontró. No sé muy bien cómo describirla, porque las cosas que gustan, gustan simplemente, y el gustar no se describe, sólamente se siente. Pero puestos a hacer un post, habré de esforzarme. "Le souffle au coeur" no es en blanco y negro, pero mi televisor sí (cosas de una...) así que hasta hoy por la mañana pensé que también lo era. Hasta que empecé a rebuscar en mi ordenador críticas y más críticas, para sentirme algo instruida, y poder sacar el tema en alguna conversación, con nombre de director, año, y directrices interpretativas sobre la obra y todo, mientras fumo y me rodeo de un aurea de misterio y todo se vuelve _como mi televisor_ en blanco y negro y son los años sesenta de repente. En definitiva, para que no me ocurra como siempre: que empiece mi frase con "ey, sí, esa que va de..." y el que se rodee de un aurea de misterio sea otro, mientras que me mira con benevolencia; mientras que me pregunta si sé de que director es, o cómo se titula el film y yo me quedo dubitativa y sin aurea de ningún tipo; mientras pienso que, si la he visto, que más da todo lo demás, que las películas se hacen para verlas y no para saberse de memoria el título y la aliniación de los jugadores; pero esto, al tipo ese que me ha robado el aura, no se lo digo, para no empeorar las cosas con mis tartamudeos salvavidas. (Odio los tipos que me roban el aurea y el blanco y negro).
Laurent Chevalier tiene dos hermanos, un padre autoritario, y una madre joven, italiana, que se casó con 16 años. El joven sufre de un soplo al corazó por lo que debe de verse internado en un balneario (bueno para él es una reclusión, pero en realidad se pasa el día en un buen hotel, rodeado de magnificas instalaciones, incluida pista de tenis, con chavales de su edad y todos los ecéteras posibles). El chico es un encanto. Vamos, no es un encanto de esos que te quieres llevar a tu casa, pero sí es un encanto para mirar en una película, que es de lo que se trata. Produce un efecto hechizante. Él o la historia, no lo sé aún muy bien. Por eso os recomiendo que la veais. Cómo pasea su adolescencia por los distintos aspectos de la vida. La frescura con la que se comporta, que le hace coger las cosas (incluyendo a las personas) como si de natural fuera que estuvieran todas a su alcance. Y su madurez inmadura a la vez. No cuento mucho a cerca de la película, y no lo voy a hacer más adelante. Odio que me destrocen las películas contándome la trama. Sí quereis destrozarla un poquito probad aquí. Así que al final he dicho mucho de nada. Pero la finalidad con la que escribo es la de incitaros a que la veais. Bastaría haber dicho "¡Qué buena película, os incito a que la veais!" Pero resulta que para mí es más divertido así.
Mis términos claves : adolescencia, jazz, sexo, política, alcohol, tour, Edipo...
